Mitos y realidades sobre la Insulina
Con mucha frecuencia se escucha hablar a los enfermos de diabétes sobre los problemas que acompañan el uso de la insulina cuando ésta se hace necesaria como parte del tratamiento; sin embargo, ¿son ciertos esos temores? ¿realmente es perjudicial la insulina?
Para empezar debemos decir que la insulina es una hormona con potente actividad biológica fabricada por las células especializadas del páncreas denominadas Islotes de Langerhans. Se encarga del anabolismo (aprovechamiento) de los carbohidratos, es decir, permite la obtención de energía a partir de los hidratos de carbono para mantener el funcionamiento celular y crear nueva materia viva, de allí su vital importancia durante el crecimiento y reparación de los tejidos; su carencia o insuficiencia producen Diabetes Mellitus y el exceso de ella, hiperinsulinismo. Ya en este blog hemos tratado la naturaleza de la diabétes y sabemos que en algunos
casos es necesario administrar insulina para controlar la enfermedad; cuanto esto se hace necesario surgen temores sobre sus efectos en el organismo, ¿que es realidad y que es mentira?
La insulina produce graves bajas de glucosa en sangre. FALSO
La insulina, como cualquier sustancia hipoglicemiante (que reduce el azúcar), puede producir niveles bajos de glucosa solamente si esta mal dosificada; existen reglas para la administración inicial de insulina, más aún cuando el enfermo usa algún otro medicamento; por eso es necesario acudir al especialista experimentado en la atención de enfermos diabéticos y hacer uso del automonitoreo de la glucósa en sangre.
La insulina produce ceguera. FALSO
Lo que realmente produce ceguera, insuficiencia renal, daños a los nervios y a otros órganos es el descontrol de la glucósa en la sangre; es frecuente que el enfermo se desatienda tan pronto siente mejoría, lo que hace avanzar la enfermedad e incrementa los daños mencionados; el régimen de tratamiento con insulina necesita valoración constante y no es posible, ni recomendable, mantenerlo estático por mas de 2 meses.
La aplicación de insulina causa daños en la piel. FALSO
En alguna época la insulina no era fabricada como hoy y provenia, generalmente, del cerdo. Por esa razón y por una mala técnica en la aplicación de la inyección, era posible causar daños severos a la piel; actualmente la naturaleza 100 % compatible de la insulina y la existencia de jeringas con agujas "Ultra Fine", cortas y delgadas, más la rotación adecuada de los sitios de inyección (brazos, abdomen, piernas) minimiza casi en su totalidad los daños en los sitios de aplicación.
Si requiero de insulina es porque mi enfermedad es muy grave y terminal. FALSO
En absoluto, falso. Si el médico indica insulina es porque es necesario un control más exácto de la glucósa, lo que no se está obteniendo con otros medicamentos orales, no porque la enfermedad esté en fase final o se háya agravado. Hay pacientes graves que no usan insulina y pacientes recientemente diagnósticados que la utilizan para alcanzar su control; actualmente es más frecuente que los médicos usen insulina en pequeñas dosis junto con otros medicamentos hipoglicemiantes para conseguir mejores resultados y metas más efectivas en el control de la glucósa.
¿Aún tiene dudas sobre el uso de la insulina? Hay que recordar que existen distintos tipos de insulina en el mercado, ultralenta, regular y rápida, así como mezclas de ellas; cada una tiene sus reglas de uso y solo el especialista, internista o endocrinólogo, es la persona indicáda para preescribirla y supervisarla; en caso de que requiera más información consúltenos ...
¡Saludos¡

La insulina produce graves bajas de glucosa en sangre. FALSO
La insulina, como cualquier sustancia hipoglicemiante (que reduce el azúcar), puede producir niveles bajos de glucosa solamente si esta mal dosificada; existen reglas para la administración inicial de insulina, más aún cuando el enfermo usa algún otro medicamento; por eso es necesario acudir al especialista experimentado en la atención de enfermos diabéticos y hacer uso del automonitoreo de la glucósa en sangre.
La insulina produce ceguera. FALSO
Lo que realmente produce ceguera, insuficiencia renal, daños a los nervios y a otros órganos es el descontrol de la glucósa en la sangre; es frecuente que el enfermo se desatienda tan pronto siente mejoría, lo que hace avanzar la enfermedad e incrementa los daños mencionados; el régimen de tratamiento con insulina necesita valoración constante y no es posible, ni recomendable, mantenerlo estático por mas de 2 meses.
La aplicación de insulina causa daños en la piel. FALSO
En alguna época la insulina no era fabricada como hoy y provenia, generalmente, del cerdo. Por esa razón y por una mala técnica en la aplicación de la inyección, era posible causar daños severos a la piel; actualmente la naturaleza 100 % compatible de la insulina y la existencia de jeringas con agujas "Ultra Fine", cortas y delgadas, más la rotación adecuada de los sitios de inyección (brazos, abdomen, piernas) minimiza casi en su totalidad los daños en los sitios de aplicación.
Si requiero de insulina es porque mi enfermedad es muy grave y terminal. FALSO
En absoluto, falso. Si el médico indica insulina es porque es necesario un control más exácto de la glucósa, lo que no se está obteniendo con otros medicamentos orales, no porque la enfermedad esté en fase final o se háya agravado. Hay pacientes graves que no usan insulina y pacientes recientemente diagnósticados que la utilizan para alcanzar su control; actualmente es más frecuente que los médicos usen insulina en pequeñas dosis junto con otros medicamentos hipoglicemiantes para conseguir mejores resultados y metas más efectivas en el control de la glucósa.
¿Aún tiene dudas sobre el uso de la insulina? Hay que recordar que existen distintos tipos de insulina en el mercado, ultralenta, regular y rápida, así como mezclas de ellas; cada una tiene sus reglas de uso y solo el especialista, internista o endocrinólogo, es la persona indicáda para preescribirla y supervisarla; en caso de que requiera más información consúltenos ...
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